El fruto del Espíritu, que incluye amor, gozo, paz y más, se cultiva a través de una relación con Dios, requiere esfuerzo y se refuerza con la fe y la comunidad cristiana.
El fruto del Espíritu, que incluye amor, gozo, paz y más, se cultiva a través de una relación con Dios, requiere esfuerzo y se refuerza con la fe y la comunidad cristiana.