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EL PROPÓSITO DE LA BIBLIA

Jon Slenker

“Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para la enseñanza, para la reprensión, para la corrección, para la instrucción en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente capacitado para toda buena obra”.
— 2 Timoteo 3:16-17

¡Que Dios se revele a la humanidad no es ningún misterio! El acto mismo es representativo de quién es Él. Su naturaleza, carácter, personalidad, virtudes y valores, misión y visión, todo es dado a conocer a la humanidad a través de la Biblia. Dios es un Dios relacional que desea conocer y ser conocido. El propósito expreso de la Biblia es que podamos conocer a Dios, lo que ha hecho por nosotros y cómo debemos vivir a la luz de su revelación.

Tres Tipos de Revelación

  1. Revelación General: Cosas que fueron hechas por Dios, como las galaxias, el sol, el cielo, los árboles y los seres vivos, son todas formas en que Dios se ha revelado a sí mismo y su obra. Nadie está sin esta evidencia o conocimiento de Dios. Consulta el Salmo 19:1-6, Romanos 1:18-25 para un estudio más profundo.

  2. Revelación Especial: Dios interactuando de maneras especiales con su creación, incluye hablar audiblemente al hombre, revelarse a sí mismo y su poder a través del Diluvio, una zarza ardiente, una columna de nube y fuego, la división del Mar Rojo, escritura en tablas de piedra y muros de palacios, su palabra escrita la Biblia, Jesús, su Espíritu, milagros, sueños y visiones. Consulta Éxodo 32:16, Salmo 19:7-13, Hebreos 1:1-3, Lucas 1, Juan 1:1-14, Hechos 2:1-4, Romanos 1:16-17, 10:9-10.

  3. Revelación Progresiva: La enseñanza de que Dios ha revelado más y más de su carácter, voluntad y misión con el tiempo. Consulta el Salmo 78:1-4, Juan 16:12-14 y Gálatas 1:11-12.

“Ahora vemos oscuramente por medio de un espejo, pero entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte, pero entonces conoceré plenamente, así como fui conocido”.
— 1 Corintios 13:12

Cómo Conocer a Dios

“Porque yo soy Dios y no existe ningún otro. Soy Dios y no hay nadie como yo. Yo conté el final desde el comienzo y mucho antes de que sucediera. Yo afirmé: “Mi plan se cumplirá y haré todo lo que yo quiero”.
— Isaías 46:9b-10

Hay un solo Dios (Deut 32:39; Isa 45:5-7; 46:9) y “la necesidad más fundamental de la humanidad es conocer a Dios, y conocerlo con cada vez mayor claridad e intensidad”1. Más que nada, la Biblia revela el carácter, propósitos y principios de Dios. Se ha dicho “cuando abres la palabra de Dios, estás abriendo la boca de Dios”. Dios usa la Biblia para hablarnos a ti y a mí para que podamos conocerlo, confiar en Él y vivir nuestra identidad y llamado como fieles adoradores.

“Porque el SEÑOR es bueno; su fiel amor es para siempre, de generación en generación”.
— Salmo 100:5

Identidad, Carácter y Atributos de Dios

La Biblia revela el carácter de Dios por cómo se relaciona y gobierna soberanamente sobre su creación. En la Biblia, Dios se auto-identifica y es llamado: Creador, el YO SOY, Abba Padre, el Anciano de Días, el Dios Viviente, Rey de Reyes y Señor de Señores, Señor de los Ejércitos, Alfa y Omega, el Dios de Conocimiento, Dios Altísimo, Dios Poderoso, el Ungido, la Palabra, el Señor que Provee, el Señor que Salva, Nuestro Refugio y más!

A medida que leemos las Escrituras observando cómo Dios interactúa con su creación, encontramos que el carácter de Dios es recto y justo. Él no miente, no cambia, no hace el mal, es incansable por su pueblo, es todopoderoso, omnisciente, lleno de gracia, verdad, misericordia y amor. Él es la luz de los hombres, santo, sagrado, un ayudador y único. Él es el único Dios verdadero.

“Tú ya eras Dios aun antes que las montañas se formaran y que crearas la tierra y el mundo.Tú eras y siempre serás Dios”.
— Salmo 90:2

Conocer la Voluntad y Misión de Dios

Uno de los propósitos de Dios al darnos sus Santas Escrituras es seguir su voluntad, no simplemente descubrirla. Leemos en 1 Timoteo 2:2-3 que necesitamos orar por todas las personas, reyes y todos los que están en autoridad, para que podamos vivir vidas pacíficas y tranquilas en toda santidad. Pablo continúa, “Eso es bueno y agrada a Dios nuestro Salvador, ya que él quiere que todos sean salvos y lleguen a conocer la verdad”.

Dios ya nos ha revelado su voluntad a través de la Biblia. Si hay algún descubrimiento para nosotros alrededor de su voluntad, es conocer el carácter, atributos y personalidad de Dios con mayor sabiduría y afecto que antes. La voluntad de Dios es clara, ser un gobernante justo en misión para buscar y salvar lo que está perdido y dañado por el mal, el pecado y la muerte. Desde la creación, la voluntad de Dios ha sido establecer un pueblo para sí mismo y reinar como un Padre, Consejero y Rey benevolente y justo. No necesitamos buscar la voluntad de Dios para nuestras vidas, no está oculta de nosotros ni guardada en secreto para ser descubierta más tarde. ¡La voluntad de Dios fue establecida desde el principio y ya nos la ha revelado en su palabra!

Si quieres conocer la voluntad de Dios, dedícate a su palabra y discierne los tiempos. El autor, J. Grant Howard Jr. escribe que “Dios no quiere cristianos confundidos, perplejos, frustrados vagando ansiosamente en busca de Su voluntad. Él quiere personas que caminen confiada y pacíficamente en Su voluntad.”

Nuestro Dios, el Dios del universo, es un Dios misionero. Desde Génesis 3 y la Caída, ha perseguido incansablemente hasta el punto del sacrificio por la salvación de sus hijos de cada tribu, lengua y nación (Apoc. 7:9-10). Jesús entró en la humanidad con un cuerpo de carne, perdonó pecados, otorgó nueva vida, dio seguridad a los corazones rotos y desamparados, humilló a los orgullosos y corrigió la teología y práctica pobres. Él sentó las bases para la Iglesia, y es la piedra angular principal (Ef. 2:19-21). Comenzó y terminó su ministerio de tres años con un enfoque en el carácter mientras vivimos, predicamos y discipulamos a otros sobre las buenas nuevas de que Cristo ha venido y se ha revelado a sí mismo y su salvación a la humanidad.

Conocer Nosotros Mismos y Nuestro Propósito

“Pero a los que lo aceptaron y creyeron en él, les dio el derecho de ser hijos de Dios”.
— Juan 1:12

Identidad y Llamado

Otro propósito general de la Biblia es conocer nuestra propia identidad y llamado en relación con Dios. Fuimos creados para adorar y obedecer. Fuimos creados para un propósito espectacular. Por lo tanto, debemos saber quién es Dios para realmente conocernos a nosotros mismos. Encontramos nuestro significado, esperanza y paz en nuestra identidad en Cristo. La Biblia es la forma de Dios de decirnos quiénes somos y cómo vivir nuestros días como “Hijos de Dios” (1 Juan 3:1), “embajadores” de su Reino (2 Cor. 5:20), un “sacerdocio santo” (1 Pedro 2:9), y “peregrinos”, en un mundo que no es nuestro hogar (Hebreos 13:14-16).

La Biblia revela nuestro propósito, nos dice cómo vivir, nos arraiga en nuestro linaje y herencia física y espiritual, y nos da contexto histórico para nuestras vidas y los tiempos en que ahora vivimos. Nos enseña sobre el pasado, presente y futuro.

Todo creyente puede estar seguro de su identidad como hijos adoptivos de Dios, llamados a adorar, obedecer, amar a los demás y hacer discípulos. Dios nos dio su palabra, para que podamos saber cómo actuar y comportarnos de maneras que lo honren a Él y a los demás mientras nos unimos a Él en su misión (Mateo 5; Juan 13:35). El autor de Hebreos nos dice un increíble propósito de la Biblia en el capítulo 4, versículo 12 diciendo: “La palabra de Dios vive, es poderosa y es más cortante que cualquier espada de dos filos, penetra tan profundo que divide el alma y el espíritu, las coyunturas y los huesos, y juzga los pensamientos y sentimientos de nuestro corazón”. Parece que a veces cuando leemos la Biblia, es más bien ella la que nos lee a nosotros.

Los pasajes de la Gran Comisión en Mateo 28:16-20, Marcos 16:14-18, Lucas 24:44-49, Juan 20:19-23 y Hechos 1:4-8 establecen nuestro llamado y responsabilidad como embajadores de Dios y la Iglesia. Debemos predicar el evangelio, bautizar, enseñar a obedecer, reunirnos en comunidad para partir el pan, adorar, orar, hacer discípulos y dar de nuestro tiempo, talento, tesoro y mesa según las necesidades de los demás (Hechos 2:32-36).

“Así que sean imitadores de Dios, pues ustedes son sus hijos amados. Sigan el camino del amor así como Cristo nos amó y ofrendó su vida por nosotros como un sacrificio voluntario cuyo agradable olor sube a Dios”.
— Efesios 5:1-2

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Michelle Cruz