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CÓMO ACTÚA LA ENSEÑANZA DE JESÚS EN MI VIDA

Ten un corazón dispuesto

Estudio de los Evangelios

En Lucas 5:36-39 leemos la parábola de los odres, y la parábola de la tela nueva. Los líderes religiosos desafiaron a Jesús porque él no disciplinaba a sus discípulos de acuerdo con las costumbres del ayuno usadas por la mayoría en ese tiempo, incluso por Juan el Bautista.

Entonces, Jesús les cuenta estas dos parábolas:

Y les dijo esta parábola: «Nadie quita un pedazo de tela de una prenda nueva y la usa para remendar una prenda vieja; pues la prenda nueva se arruinaría y el remiendo nuevo no combinaría con la prenda vieja.» Nadie pone vino nuevo en odres viejos; pues el vino nuevo reventaría los odres, el vino se derramaría, y los odres quedarían arruinados. El vino nuevo debe guardarse en odres nuevos. Ni nadie que prueba el vino añejo parece querer el vino nuevo. Pues dice: ‘El añejo es mejor’»

A través de esta parábola, Jesús dijo cómo sacar el máximo provecho de su enseñanza. Él les recuerda a estos líderes religiosos que cuando querían remendar una prenda vieja, no tomaban un parche de una prenda nueva y lo cosían en una vieja.

Cualquiera que trabaje con telas dirá que si lo hace de este modo, el nuevo material se encogerá y tirará del viejo, provocando que el desgarre sea aun más grande.

Jesús, por tanto, dijo que su enseñanza es incompatible con las prácticas religiosas de la época.

Los religiosos tenían un enfoque específico de las Escrituras, y vivían la fe como una prenda vieja. Jesús dice: "No voy a coexistir con los religiosos. Lo que te estoy enseñando es como un 'parche nuevo', y no puedes ponértelo en una prenda vieja".

Lo nuevo y lo viejo no se mezclan. Del mismo modo, nunca se toma vino nuevo sin fermentar y se le pone en un odre viejo y frágil.

En aquellos días, la gente guardaba el vino en pieles de cabra. Si se tomaba vino sin fermentar y se le ponía en un odre viejo y delicado, cuando el vino nuevo se fermentara y produjera gases que estiran el recipiente, el odre viejo que ya está estirado hasta su límite se rompería.

Lo nuevo y lo viejo no se mezclan.

Jesús explicó a través de esta parábola: “Mi Palabra es como vino nuevo y los va a presionar como a los odres y al parche. Si eres demasiado inflexible para ceder a la presión que mi enseñanza te impone, no podrás recibir mi enseñanza ".

De la misma manera, para recibir y ser bendecido por la enseñanza de Jesús, se necesita un odre nuevo; una nueva mentalidad y una disposición para nuevos patrones. Se necesita un nuevo nacimiento.

Para aquellos que ya tienen una nueva vida en Cristo, presten atención a cómo escuchan la Palabra. Esta te va a presionar para que cambies, conforme a la imagen de Dios y Sus caminos.


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