NOTAS DE LA CLASE: BENDICIÓN ESPIRITUAL
¡Recibe bendiciones espirituales!
Estudio del libro de Efesios
Hay muchos tipos de cartas que podemos escribir o recibir en un contexto actual, y esto también lo es para el contexto de Pablo. Algunas de las cartas de Pablo se escriben a personas específicas, como Timoteo o Tito. Algunas están escritas para iglesias específicas, como sus cartas a los Corintios. Todas estas cartas se conocen como “las epístolas”. Algunas otras están escritas con la intención de que sean compartidas con muchas iglesias. Estas se conocen como "cartas circulares”.
Si bien Pablo no usa estas etiquetas, parece que Efesios estaba destinado a ser una de esas cartas compartidas: una circular. Pablo tiene una relación profunda y personal con los efesios que ha durado más que su relación con cualquier otro grupo regional de iglesias.
Esto significa que Efesios se escribe principalmente en un contexto general en lugar de uno específico. Estas cartas circulares suelen ser más fáciles de entender que los mensajes particulares de las epístolas. Estas no se definen por su situación personal, y son más relevantes y fáciles de aplicar hoy en día, para lectores como usted y como yo.
En Efesios 3, Pablo nos habla del gran misterio de la iglesia. Misterio significa “un secreto que tarde o temprano se revela”.
Hasta el Pentecostés, nadie sabía que Dios había planeado, incluso antes de la creación, que un día los judíos, los gentiles y las personas de todas las naciones serían hechos uno a través de Cristo, empoderados por el Espíritu Santo y reunidos en una sola Iglesia. Las señales apuntaban a este plan en los libros proféticos, pero no mucha gente pudo entender completamente lo que los autores querían decir. Pero ahora, en el tiempo de Pablo,Dios revela Su plan claramente: Un Mesías expiatorio y Su Iglesia trayendo el mensaje de salvación al mundo.
Junto con los temas específicos de los capítulos de Efesios, es interesante notar que, si bien esta carta está escrita en un contexto específico, se relaciona con temas más amplios de las Escrituras. La carta de Pablo a los Efesios y el Libro de Josué del Antiguo Testamento tienen temas similares sobre las bendiciones.
Tenemos muchos recursos espirituales. Tenemos el don de fe, arrepentimiento y perdón. ¿Crees? ¿Confiesas tus pecados y te arrepientes? Tenemos la bendición espiritual de la oración. ¿Alguna vez oras? Tenemos la Palabra de Dios que milagrosamente revela el carácter, el plan y el propósito de Dios. ¿Pasas tiempo en la Palabra de Dios? Tenemos comunión con el Cristo resucitado. Tenemos el poder a través del Espíritu Santo para liberarnos de la esclavitud del pecado y los deseos egoístas. El don del Espíritu Santo trae frutos espirituales de todo tipo.
Sobre todo, tenemos la bendición de una relación con nuestro Creador a través de estas cosas, y el gozo y la paz de encontrar el propósito y el significado supremos como parte del plan eterno de Dios. Todas estas bendiciones espirituales nos están esperando plenamente en los lugares celestiales, en el ámbito espiritual; y pueden aprovecharse aquí y ahora a través del Espíritu Santo. También debemos esforzarnos a través de la práctica constante de disciplinas espirituales. ¿Tienes la fe para venir y habitar en los lugares celestiales con Cristo, y tomar posesión de tu herencia espiritual en Cristo?
Tienes grandes bendiciones espirituales; ahora ve a reclamar lo que es tuyo en Cristo. Hacemos esto por fe, mientras vivimos en obediencia a Sus enseñanzas y lo buscamos ferviente a través de disciplinas espirituales. Es difícil explicar lo ricas y hermosas que son estas bendiciones para aquellos cuyo corazón está lejos de Dios. Aquellos que están consumidos por el pecado a menudo están cegados por este, y no pueden aceptar estas verdades espirituales.
Para terminar, lleva estas bendiciones a tu vida buscando a Cristo y su palabra. Si no has llegado a conocer a Cristo de esa manera, entonces debes saber hoy que la vida puede ser diferente para ti. Puedes encontrar gozo, paz y plenitud. Puedes recibir bendiciones espirituales cuando crees, te arrepientes y haces a Jesús el rey de tu vida.
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