Por Andrew Sargent, Ph. D., colaborador de Fundamentos de ICM

¿Qué tipo de documento es Génesis?

La manera en que respondas a esa pregunta tendrá un impacto dramático en la forma en que leas Génesis.

Al leer ficción, esperas entretenerte. Al leer un libro de derecho, esperas aprender las reglas de la sociedad. Si tratas de leer Génesis de la misma manera que lees los Salmos o Apocalipsis, rápidamente te encontrarás con problemas.

Entonces, volviendo a nuestra pregunta, ¿qué tipo de documento es Génesis?

¿Es génesis un mito? ¿Es Génesis similar a obras como la epopeya cananea de Baal donde Baal obtiene su reinado por medio de derrotar al dragón marino, Yamm; o, tal vez, como la historia babilónica de la creación llamada Enuma Elish sobre la derrota de la diosa del mar, Tiamat, por parte de Marduk?

Bueno, una cosa que podemos decir con confianza es que Génesis no lleva las marcas de ninguno de los mitos que eran comunes en los días de Abraham, ni en todos los años de los israelitas.

Otra cosa que podemos decir con confianza es que Génesis, siendo en gran parte relatos sobre figuras históricas, se presenta como un documento histórico. Saber esto, ciertamente, no significa, sin embargo, que entendamos con facilidad la naturaleza de escribir historia antigua, la habilidad de la historia entretejida o el propósito de contar estas historias en particular tal como están contadas.

Génesis es historia

Entonces, si Génesis es historia, ¿qué tipo de historia es? ¿Es Génesis una fría investigación académica, o el autor espera impactar los pensamientos y acciones del lector a través de él? ¿Está predicando?

Bueno, quizá nos interese saber que los antiguos israelitas consideraban sus textos sagrados de historia como literatura profética. A través de los profetas, Dios inspiraba una proclamación e interpretación del pasado que estaba diseñada para predicar. Por lo tanto, estas historias son teología, aunque estén arraigadas en eventos históricos reales.

Ahora bien, un punto importante al leer historia bíblica es que debemos saber dónde buscar para encontrar el mensaje que Dios tiene para nosotros en ella. Algunos piensan que la narración de la historia nos lleva a un evento que se espera reproduzcamos en nuestra imaginación para, luego, responder a él en nuestro corazón. Piensan que el mensaje inspirado se encuentra en la respuesta de nuestro corazón a los eventos, en tanto el texto nos ayuda a imaginarlos.

Vemos el defecto de esta perspectiva con más intensidad cuando leemos los Evangelios. Cada Evangelio cuenta la historia de Jesucristo exactamente de la manera en que cada autor inspirado deseaba contarla. Sin embargo, cuando la mayoría de nosotros los leemos, en lugar de estudiar los detalles de cada Evangelio exactamente como están escritos, tratamos cada relato de un evento como un recurso para obtener detalles que podamos usar para imaginar la historia. Mateo nos dice una parte, Marcos nos dice otra parte, Lucas añade algunos puntos nuevos y, en algunos casos, Juan puede incluso darnos un detalle adicional para meditar. Reunimos todos estos datos, resolvemos algunas posibles contradicciones y, entonces, elaboramos una versión totalmente nueva de la historia repleta de detalles tomados de todos los escritores de los Evangelios. Entonces meditamos en el evento como nos lo imaginamos y ponemos atención para escuchar la palabra de Dios para nosotros.

Así no es como los escritores de los Evangelios querían que lo hiciéramos. Cada autor elaboró los relatos de su historia mediante utilizar los términos, la gramática, las relaciones y las estructuras literarias necesarios para presentar su mensaje. Como el autor usó símbolos de comunicación comunes y procesos literarios de su época, podía esperar razonablemente que la audiencia objetivo los usara todos para discernir el mensaje. Cada historia le predica a un contexto de tal forma que los que vivían allí en ese tiempo pudieran comprender lo que se les estaba diciendo.

¡Qué impresionante! Eso quizá suena complicado, pero no temas. Te daré la exclusiva de exactamente qué tipo de historia es Génesis, y qué lente te resultará más beneficioso al leerlo.

Génesis es una epopeya de ancestros

Así que, ¡aquí lo tienes! Génesis es una epopeya de ancestros.

Las epopeyas de ancestros son colecciones de historias que las tribus antiguas se contaban sobre cómo se convirtieron en un pueblo... de hecho, sobre cómo casi no lograron convertirse en un pueblo. Surgieron circunstancias en el pasado que amenazaron su existencia futura como pueblo, pero su Dios los salvó. Porque si Faraón se hubiera quedado con Sara, no existirían. Si Rebeca se hubiera quedado estéril, no existirían. Si Esaú hubiera matado a Jacob, no existirían. Pero llegaron a ser un pueblo porque Yahweh tenía un plan para ellos, y venció esas situaciones a su favor, y docenas más, con el fin de cumplir con su plan en ellos y a través de ellos.

Hay dos divisiones principales en la epopeya de ancestros de Génesis. Encontramos la Historia Primordial en Génesis 1-11 y su Historia Patriarcal en Génesis 12-50.

La Historia Patriarcal

La Historia Patriarcal analiza las circunstancias que (excepto por la gracia y la misericordia de Yahweh que los ama y tiene un plan maravilloso para sus vidas) habrían rebasado a Abraham, a Isaac, a Jacob y a los doce padres tribales. Estas incluyen esterilidad, guerras, hambrunas, esposas capturadas, luchas políticas por la tierra y el agua y matrimonios entre parientes, juicios divinos, herederos en competencia, herederos que murieron sin hijos, celos pretribales y herederos traicionados.

La Historia Primordial

La Historia Primordial analiza los problemas que los hubieran puesto en peligro de manera más amplia, ya que considera las amenazas contra antepasados aún más antiguos: los antepasados de todos los hombres. Si el mundo hubiera permanecido como un yermo estéril, contrario a la vida, oscuro y sin tierra, no existirían. Si Dios no hubiera hecho un plan de redención cuando Adán y Eva cayeron, no existirían. Si Dios no hubiera puesto un límite a la maldad humana con el diluvio, no existirían. Si Dios no hubiera librado a Noé y a su familia, no existirían. Si Abraham no hubiera sido un hombre de fe que se despertó al Único Creador Santo de todos, no serían un pueblo.

Los planes y propósitos de Dios permanecen sin ser frustrados sin importar lo que hagan los hombres. Lo que les queda a los que preservan las historias es vivir bien en el mundo que YHWH ha creado. Son llamados a cumplir con Sus propósitos en él. Por eso los salva de continuo de múltiples amenazas, y las mayor de esas amenazas es su propio corrupto corazón y su propia necedad libertina.

Génesis comparte teología fundamental

Por medio de Génesis, la nación de Israel puede pasar un milenio sentada alrededor de la fogata metafórica con sus ancestros. Allí, escuchan historias de cómo casi fracasaron en convertirse en un pueblo. Cuentan cómo el Único Creador Santo de todos los salvó, y continúa salvándolos, porque los escogió de entre todos los pueblos de la Tierra para cumplir con una misión en conjunto. Los escogió por la gran fe de su padre Abraham, quien les mostró cómo continuar teniendo el buen favor de Yahweh. Dios está trabajando en el mundo; los israelitas son Su herramienta escogida; Él los preservó y continúa preservándolos de la extinción para que puedan ser el Pueblo de Dios, instrumentos de su Gloria en el mundo.

Génesis, por lo tanto, predica una teología bastante fundamental sobre la naturaleza de la realidad. Como una epopeya de ancestros, establece su visión del mundo, a través de decirles de dónde vienen, quiénes son y cuál es su razón de ser. Les dice lo que está mal con el mundo y el papel que desempeñan como instrumentos de Dios para enmendarlo.

Usa esto como un lente para leer Génesis. Pregúntate: Si yo fuera un israelita, luchando con la tensión entre lo que los profetas me están diciendo acerca de Dios, el hombre y la realidad, y lo que los paganos a mi alrededor me están diciendo acerca de ellos, ¿qué me estaría predicando Génesis? ¿Qué aprendería acerca de Dios, el hombre y la realidad al leerlo?

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