Por Rachel Kidd

En un mundo tumultuoso plagado de ansiedad y presiones que van desde irritantes hasta potencialmente mortales, estamos combatiendo constantemente contra los ataques a nuestra paz. También somos bombardeados con posibles soluciones para nuestras ansiedades, desde con días de spa y autocuidado hasta con terapia y medicación.

Si bien estas cosas son ciertamente beneficiosas y, a menudo, salvan vidas y son necesarias, es imposible sustituir una relación con Dios con cualquiera de estas soluciones. Como creyentes, conocemos a Jesús como la paz que sobrepasa todo entendimiento. Él es la fuente de la verdadera paz.

Cómo encontrar paz en tiempos difíciles.

No hay duda de que la vida es dura para todos. Todos experimentamos el dolor, la angustia y los factores estresantes de ser humanos. Si bien nuestras experiencias difieren mucho según nuestra edad, estado socioeconómico y ubicación geográfica, parte de ser humano es pasar por dificultades.

Particularmente como cristianos, Dios nos dice que los tiempos difíciles están por venir, que enfrentaremos persecución y dificultades debido a nuestra fe. Estas pruebas, aunque parecen imposibles en el presente, son utilizadas por el Señor para fortalecernos y reforzar nuestro carácter y fe. Él nos proporciona fuerza y paz, permitiéndonos superar incluso las circunstancias más difíciles. Apoyarnos en Cristo a través de las oraciones y las peticiones fervientes, y echar nuestra ansiedad sobre Él, trae paz en tiempos oscuros. Cuando me siento desanimada, sola, herida o asustada, abro mi Biblia para encontrar consuelo. Orar y leer detenidamente la Palabra promueve la paz y un sentimiento de seguridad que te ayuda a acercarte más a Dios.

Paz en las Escrituras

Si te sientes ansioso, asustado, desanimado o solo, estos versículos pueden ser lo que necesitas en esos momentos. Lee estos versículos para un respiro de la paz de Dios en tu día abrumador.

Pablo es un excelente ejemplo bíblico de encontrar la paz del Señor incluso en las circunstancias más funestas. Fue golpeado, encarcelado y estaba solo, pero permaneció alegre y agradecido con Dios. Pablo nos recuerda que entiende nuestro dolor y que todo es posible para con Dios.

Cuando te esfuerzas para traer paz a tus relaciones y a los demás, Dios con toda seguridad te bendecirá. Las bendiciones no siempre son tangibles en la Tierra en forma de dinero o posesiones, pero los cristianos pueden encontrar consuelo en el conocimiento de las recompensas celestiales.

Cuando eres creyente y caminas en fe, Dios te llama Suyo y te bendice con poder y paz.

En el Antiguo Testamento, en Isaías, se nos dice que hay dos condiciones que deben cumplirse antes de que Dios pueda bendecirnos con paz. Primero, debemos mantener nuestra mente firme o resuelta en nuestra fe, y debemos confiar plena y completamente en Él.

Pablo nos dice que nuestros pensamientos están conectados con nuestra paz. Cuando meditamos en el dolor o la oscuridad, nos sentimos inquietos y desanimados. Pero cuando pensamos en cosas buenas y encantadoras, incluso cuando esas cosas son difíciles de encontrar, nos sentimos levantados y animados. Si bien puede ser difícil tomar el control de nuestros pensamientos, hacerlo puede marcar una diferencia dramática en nuestro estado emocional.

Pablo nos anima a vivir en una comunidad alegre, fomentando un espíritu de paz y unidad con nuestros hermanos y hermanas. Cuando tenemos relaciones armoniosas con los demás, Dios nos bendice con paz.

Somos llamados a estar agradecidos por lo que Dios nos ha dado, permitiéndole gobernar nuestros corazones con paz.

Ser fieles y estar santificados durante las pruebas nos permite acercarnos a Dios y encontrar paz en Él.

Para leer más sobre la paz y la explicación de Pablo sobre las condiciones que Dios establece para la paz, consulta «Receta para la paz».

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