¿POR QUÉ SERVIR CON HUMILDAD TIENE MAS IMPACTO QUE EL PODER?
Por: Charles Hegwod
Provengo de una familia competitiva, y una de nuestras tradiciones navideñas favoritas es jugar Pictionary. Podrías decir que nuestra manera de jugar es "intensa". Los juegos están llenos de risas, gritos y mucha emoción. La competitividad siempre ha sido parte de nuestra dinámica. En muchos aspectos, competir puede ser algo positivo: mantiene las cosas interesantes y fomenta la creatividad.
Sin embargo, el problema surge cuando esa competitividad invade espacios como la iglesia. ¿Alguna vez has visto a miembros de la congregación o del personal luchando por poder o control? Esto es destructivo para la comunidad de Dios. De hecho, los mismos discípulos de Jesús debatieron sobre quién ocuparía posiciones de poder en el Reino. Este tipo de situación se refleja en Mateo 20:20-28, donde Jesús nos llama a adoptar su modelo de servicio humilde en lugar de buscar poder o prestigio.
El poder y el reino
Aunque las jerarquías existen en todos los aspectos de la vida, dentro de la iglesia deben verse de una manera diferente. Por ejemplo, la madre de Santiago y Juan deseaba que sus hijos tuvieran posiciones importantes en el Reino de Dios. Era un deseo natural; ella quería lo mejor para ellos. Sin embargo, Jesús dejó claro que su Reino de los cielos no funciona como el mundo terrenal.
El Reino de Dios invierte los valores terrenales: los primeros serán los últimos, y los últimos serán los primeros. Jesús explicó que los líderes del mundo a menudo abusan del poder para controlar y oprimir. Pero luego añadió: “Entre ustedes no debe ser así.” En la iglesia, el liderazgo debe basarse en el amor y la humildad, no en el egoísmo o el orgullo.
Jesús nos llama a ser grandes siendo siervos de todos. Este principio está en el corazón del evangelio: el Reino pertenece a los humildes. Sin embargo, es difícil aceptar este llamado cuando nuestra naturaleza pecaminosa lucha contra el servicio humilde. Como alguien dijo una vez: “Todos están de acuerdo con ser siervos, hasta que los tratan como siervos.”
Jesús, el siervo sufriente y Salvador
Jesús no solo nos llamó a servir; también nos mostró cómo hacerlo. Aunque tenía todo el derecho de ser servido como Rey, eligió un camino de humildad y sacrificio. Él vino para servir a los demás, incluso entregando su vida por nosotros.
Si Jesús, nuestro Rey, sirvió de esta manera, ¿cómo podemos pensar que estamos por encima de servir? Las posiciones y el poder se nivelan al pie de la cruz. Buscar poder es buscar un reino diferente. Jesús nos llama a liderar sirviendo, a tomar las tareas más humildes sin esperar reconocimiento. Sirve porque trae alegría a Dios, no porque busques elogios o gloria.
Ser un siervo en un mundo competitivo
Cuando vivimos como siervos, muchos no entenderán nuestra motivación. El mundo no está acostumbrado a la humildad y al desinterés. Pero esto nos da la oportunidad de ser una ventana para que otros vean cómo es el Reino de Dios.
Sé que algunos han experimentado dolor debido a líderes hambrientos de poder dentro de la iglesia. Si este es tu caso, lamento que lo hayas vivido. Pero recuerda: no siempre será así. En el Reino venidero, todos serviremos y nos amaremos sin importar nuestras posiciones. Mientras tanto, sigue el ejemplo de Jesús y sé un modelo de servicio desinteresado.
Cierra con esta oración:
“Padre, ayúdame a regocijarme en tu bondad hoy. No permitas que busque lo que el mundo busca. Déjame liderar sirviendo, dejando de lado el orgullo y abrazando la humildad. Enséñame a clamar: ‘Señor, ten misericordia de mí,’ incluso cuando otros no lo entiendan. Abre mis ojos para seguirte hasta la cruz. Amén.”
Que esta sea nuestra oración y nuestro estilo de vida. Sirvamos con humildad, siguiendo el ejemplo de Jesús, en un mundo que tanto necesita ver el amor de Dios.
Te invitamos a conocer más acerca de la Biblia por medio de estudiarla con nuestros materiales gratuitos de estudio bíblico.