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¿POR QUÉ JESÚS USABA PARÁBOLAS?

Por Andrew Sargent, Ph. D.,colaborador de Fundamentos de ICM

Si alguna vez te has encontrado confundido por las parábolas de Jesús, no te sientas demasiado mal. Las parábolas de Jesús desconcertaron a sus propios discípulos. Cuando le pidieron una aclaración, Jesús reveló que una parte importante de la comprensión de Sus parábolas es entender por qué las usaba en primer lugar. ¿Por qué Jesús usaba las parábolas?

Respuesta rápida: Jesús usaba las parábolas para tamizar a las multitudes, probar sus motivos y separar a los que tenían hambre espiritual de los que estaban centrados en sí mismos.

Una parte importante de comprender esta necesidad es dejar que Marcos nos lleve en un viaje de descubrimiento a medida que el ministerio de Jesús cambia de la predicación directa a la predicación por parábolas.

Al grano: Jesús comenzó a usar las parábolas cuando las multitudes se volvieron demasiado grandes y difíciles de controlar, y amenazaban con ahogar Sus intentos de predicar.

Una parte importante de dejar que Marcos nos lleve en este viaje de descubrimiento es prestar atención a su estructura narrativa.

Resumen rápido: Marcos construye su imagen del ministerio de Jesús por medio de sermones basados en historias. Sus primeros sermones explican los cómos y los porqués de que Jesús predique por parábolas.

Para una comprensión más rica, repasemos estos puntos con mayor profundidad.

Sermones basados en historias

Marcos predica entrelazando una serie de eventos que juntos exploran temas en la vida de Jesús. Cada serie constituye uno de los sermones basados en historias de Marcos. El mensaje de un sermón basado en historias es más grande que lo que tendemos a moralizar en un solo episodio. Al prestar mucha atención a los detalles de cada sermón basado en historias, el mensaje inspirado de Marcos se revela lentamente. No repases los Evangelios en busca de pequeños bocados, simplemente quédate con Marcos y descubre a Jesús a través de sus 21 sermones basados en historias, tal como están escritos.

Sermones basados en historias 2 y 4: la preparación para las parábolas

Retomemos la historia de Marcos con el 2º sermón basado en historias: «Un día en la vida de Jesús». Después de que Jesús regresa de sus pruebas en el desierto, Marcos da una versión simple de la predicación de Jesús que es muy parecida a la de Juan el Bautista: «Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio». Es directo y confrontativo. Las promesas de los siglos estaban viniendo sobre los judíos; era momento de prepararse o perecer.

Después de conocer a los primeros seguidores de Jesús, los eventos de un solo día de reposo conmueven a la comunidad, y conducen a un poderoso encuentro con Jesús. A la mañana siguiente, Jesús se apartó a solas a orar. La gente comenzó a clamar por él con palpable desesperación. Cuando Sus seguidores, por fin, encuentran a Jesús, están exasperados: «Todos te buscan», exclaman. La respuesta de Jesús revela un conflicto de motivos que con el tiempo lo llevará a predicar por parábolas... pero todavía no. En lugar de apresurarse de nuevo a ayudar a las multitudes, Jesús dijo: «Vamos a los lugares vecinos, para que predique también allí; porque para esto he venido». Y hace precisamente eso, pero hay un cambio importante. Jesús sana a un leproso y, aunque le dice que no lo publique, el que fue sanado divulga lo que Jesús hizo «de manera que —dice Marcos— ya Jesús no podía entrar abiertamente en la ciudad, sino que se quedaba fuera en los lugares desiertos; y venían a él de todas partes». Los milagros de Jesús obtuvieron un nivel de atención no deseada de parte de quienes estaban más interesados en la sanidad que en la predicación.

En el 4º sermón basado en historias de Marcos, las exigentes multitudes aumentan. Jesús tiene una barca a un lado, como señala Marcos, «porque había sanado a muchos; de manera que por tocarle, cuantos tenían plagas caían sobre él». Marcos desarrolla un contraste decisivo entre estas masas y quienes lo siguen. Al dejar atrás a las multitudes, Marcos dice que Jesús «llamó a sí a los que él quiso; y vinieron a él. Y estableció a doce, para que estuviesen con él». Aunque Jesús tiene simpatía por las masas, es a través de Sus seguidores que el Reino de Dios crecerá. Jesús desea separarlos de las multitudes interesadas en sí mismas: «Porque todo aquel que hace la voluntad de Dios, ese es mi hermano, y mi hermana, y mi madre», dijo Jesús.

Sermón basado en historias 5: el patrón de predicación de Jesús a través de parábolas

Es en el 5º sermón basado en historias de Marcos que, finalmente, llegan las parábolas.

Las multitudes se vuelven tan poco manejables en su desesperación, que Jesús se ve obligado a alejarse de la orilla en la barca para seguir enseñando. Esta vez, solo enseña por parábolas. Si bien ya había usado parábolas antes para aclarar ideas difíciles, Jesús ahora comienza a enseñar casi exclusivamente por parábolas, y Sus discípulos quieren saber por qué.

La primera parábola que Marcos comparte con nosotros, la parábola del sembrador, nos da el razonamiento detrás de por qué las usa. Cuando, «los que estaban cerca de él con los doce le preguntaron sobre la parábola», Jesús da una apología más directa, y explica que la parábola del sembrador es clave para Su repentino cambio a predicar exclusivamente con parábolas

En los días de Isaías, el profeta se estaba enfrentando a una sociedad apóstata, y fue llamado a extraer a un pequeño remanente de fieles de entre las masas sordas, ciegas y moralmente necias, que en última instancia estaban comprometidas con el camino de la muerte. Jesús explica por qué usa las parábolas mediante citar la comisión de Isaías y explicar la parábola del sembrador. De pie, delante de Él, Jesús ve los cuatro tipos de tierra: a los de corazón duro, a los de alma superficial y a los ensimismados, y, disperso entre ellos, se encuentra ese mismo pequeño remanente útil para el Reino de Dios. Para no arrojar las perlas del Reino a los cerdos apóstatas entre los que están sentados los fieles, Jesús usa parábolas. A solas con sus seguidores, Jesús lo explica todo de una manera simple, clara y directa.

A lo largo del sermón, Marcos enfatizará el papel del oyente, y lo llamará a enfocar sus oídos plenamente en lo que Jesús está diciendo. Jesús les hace un llamado a las multitudes: «El que tiene oídos para oír, oiga». Así como uno enciende una lámpara con el propósito mismo de proyectar luz, Él está predicando para dar luz espiritual. Sin embargo, depende de ellos lo que hagan con ella. Jesús está buscando a aquellos que escucharán y oirán, aquellos que percibirán el valor de sus parábolas y proseguirán para obtener más. Por lo tanto, Jesús dice: «Mirad lo que oís; porque con la medida con que medís, os será medido, y aun se os añadirá a vosotros los que oís. Porque al que tiene, se le dará; y al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará». Básicamente, esto significa que, si manejamos bien lo que escuchamos y proseguimos para obtener más, obtendremos más. Así pues, les dice a Sus seguidores que le preguntan en privado acerca de las parábolas: «A vosotros os es dado saber el misterio del reino de Dios; mas a los que están fuera, por parábolas todas las cosas». Jesucristo puso las parábolas delante de las masas con el fin de separar al remanente de los buscadores centrados en sí mismos.

¿Por qué Jesús contó parábolas?

¿Por qué Jesús contó parábolas? Muchas de las parábolas de Jesús tenían el propósito de tamizar a las multitudes, y separar el trigo de la paja, las ovejas de las cabras, el trigo de la cizaña y el buen pescado del malo. El trabajo de los oyentes es escuchar, luchar, cuestionar, buscar y preguntar. Si lo hacen, se les abrirán los secretos del Reino de Dios.

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