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NUESTRA GUÍA SOBRE CÓMO ESTUDIAR LA BIBLIA

Por Charles Hegwood, M. Div., colaborador de Fundamentos de ICM

Cómo estudiar la Biblia

Entonces, ¿has decidido comenzar a estudiar la Biblia? O ¿quizá seas un profesional experimentado en busca de mejorar tus habilidades? Por la razón que hayas decidido leer la Palabra de Dios, la lectura es el primer paso y el más importante. Esto plantea la pregunta: «¿Cómo estudio la Biblia?». Bueno, tal vez hayas oído hablar del método S.W.O.R.D o del método FA.I.T.H. o R.E.A.P. o H.E.A.R., y así sucesivamente. Hay suficientes métodos de estudio bíblico por ahí como para quedar mareados. Tantas opciones pueden dejarnos paralizados. Sí, así es. Demasiadas opciones pueden dejarte invirtiendo más tiempo tratando de determinar qué método usar en lugar de leyendo la Biblia misma Lo que quiero es reducir estos métodos a su esencia y volver a la razón por la que hemos elaborado tantos de estos métodos en primer lugar: para leer la Biblia realmente. Cuando leemos las Escrituras es importante abarcar las tres áreas siguientes: observación, interpretación y aplicación. Demos una mirada a cada uno de estos componentes de la lectura de la Biblia mientras consideramos Josué 3.

Observación

Hace poco di una clase sobre Josué 3. Quisiera utilizar este pasaje como nuestro ejemplo, a medida que consideramos cómo estudiar la Biblia. Cuando comienzo la etapa de observación, primero considero el género literario de lo que estoy leyendo en la Escritura. Observar el género literario te ayudará en la correcta interpretación y aplicación. Algunos de los libros de la Biblia tienen diferentes géneros literarios. Josué 3 es una narración. Ahora que he identificado el género literario, lo recomendable es leer el capítulo. Después, es muy conveniente leerlo de nuevo lentamente. ¿Por qué? Bueno, porque no se otorgan puntos por leer la Escritura con rapidez. De hecho, si leemos rápido, existe el peligro de perder detalles clave ocultos dentro del pasaje. Dado que este pasaje en particular es narrativo, quizá sea conveniente hacer algunas preguntas como: «¿Quién está hablando?». Vemos que en Josué 3 Dios habla con Josué, y Josué luego habla con Israel.

Cuando estemos leyendo el pasaje lentamente, es importante observar los detalles. Primero, observa los grandes detalles. ¿Cuál es el contexto? Bueno, aquí está Israel a punto de cruzar a la Tierra Prometida. Habían sido rebeldes en el pasado y ahora acababan de tener un cambio de liderazgo y de ubicación geográfica. También es recomendable que tomes nota de pequeños pormenores como en Josué 3:15 donde hay un detalle sobre lo que sucede en el río Jordán en la temporada de la siega. Espero no arruinarte el suspenso: se desborda por todas sus orillas. Este detalle no es trivial para la historia. A veces tomo notas mentales de estos detalles y a veces los escribo.

También es conveniente hacer preguntas sobre el texto. Esto quizá parezca contradictorio para algunos, pero está bien hacer preguntas al leer la Biblia. Una de las preguntas que tuve fue: «¿Por qué Josué destaca el detalle del desbordamiento estacional del río Jordán?». Este parece ser un pormenor trivial, pero en realidad nos ayudará a desarrollar nuestra interpretación. Haz preguntas sobre qué, cómo y por qué las cosas están en el texto. ¿Por qué Dios le pide a los sacerdotes en Josué 3 que entren al agua antes de que el río se parta? Anota cualquier palabra que no entiendas. Puede ser útil consultar otra versión o un diccionario. Como la palabra «santificaos», por ejemplo. No es una palabra que usemos mucho en la vida cotidiana. Haz preguntas incluso si conoces la respuesta porque, nuevamente, nos ayuda a llegar al significado general del texto.

Antes de pasar a la interpretación, hablemos de las palabras. Una cosa que hago cuando observo un texto es tomar nota de las palabras utilizadas. Por ejemplo, cuando ves la frase «para que», es un sintagma de propósito. Las conjunciones nos dicen que hay un cambio en la historia o en el ritmo. Personalmente, me gusta subrayar o resaltar estas palabras en mi Biblia. De esa manera, la próxima vez que lea un pasaje, puedo observar más rápido los detalles textuales, las palabras y las frases. Antes de seguir adelante, toma nota de las palabras o las frases repetidas. Las palabras se repiten por una razón. Observar el uso de las palabras, así como todo lo que se mencionó anteriormente, nos ayudará en la siguiente sección: interpretación.

Interpretación

Después de las observaciones hechas en Josué capítulo 3, ahora es importante comenzar a interpretar estas observaciones. Israel se encuentra en un tiempo de transición de liderazgo (de Moisés a Josué) y de geografía (del desierto a la Tierra Prometida). Tienen miedo, han pecado. Así que Josué les dice: «Santificaos» (o que se hagan santos) delante de Dios. Dios le pide a Josué que les diga a los sacerdotes que entren al río sosteniendo el arca del pacto, y que luego las aguas se partirán. Notamos que quizá se requiera un poco de fe para meterse al agua. Y debemos observar que el arca del pacto representaba la presencia de Dios para el pueblo de Israel. La interpretación se trata de conectar los puntos. Dios está llamando al pueblo de Israel a la fe. Después de todo, recuerda que el río Jordán está desbordado por todas sus orillas en este momento del relato. Es una pesadilla táctica. Y, al mismo tiempo, ese es el punto. Josué no guiará a Israel a cruzar el río en su intuición de genio táctico, sino que dependerá completamente del poder de Dios para hacer lo que Dios ha pedido.

Ahora que nos hemos enfocado en el tema de la fe, podemos interpretar que Dios está llamando a su pueblo a tener fe en Él para hacer lo que Él les ha llamado a hacer. La frase anterior es la idea principal, por cierto. Pero no es una fe ciega, sino la fe que es precedida por la presencia de Dios. Ves cómo tomé todas las observaciones y las conecté para encontrar el tema, y luego, gracias a la interpretación, una historia aparentemente extraña y sin importancia se vuelve conocible e importante para la vida de Israel y para nuestras vidas hoy. Pero aún no hemos terminado. Ahora debemos trabajar para aplicar la interpretación a nuestra vida.

Aplicación

Este paso quizá sea el más difícil. Es fácil ser demasiado genérico aquí: «Como en Josué 3: ten fe en Dios, punto». Pero esa no es realmente una aplicación. En tu estudio personal, esta es la parte que podría tomarte horas descifrar. Sí, así es. Es un proceso. Al igual que no conviene apresurar la observación, no es recomendable apresurar la aplicación. Personalmente leeré, observaré, interpretaré y luego oraré. Medito en el texto mientras continúo con mi día. Esto permite que Dios pueda hacer que Su palabra impregne mi alma. Tomate tu tiempo.

Escribe aplicaciones generales; por ejemplo, Josué 3: «Ten fe en Dios para hacer su voluntad». Y pregunta detalles como: «¿En qué áreas de mi vida me falta fe en Dios?». Pero espera, hay más. Entonces pregúntate: «¿Dónde estoy viendo la presencia de Dios en mi vida en este momento? Y ¿cómo es que veo Su presencia en esa área?». La aplicación es personal, y puede cambiar a medida que tu vida cambia a tu alrededor. Por ejemplo, Dios nos está guiando a mi familia y a mí a un nuevo lugar y ministerio. Hay muchos miedos. Y el miedo puede llevar a la desobediencia. Dios ha llamado a mi familia a confiar en Él para hacer lo que Él nos ha llevado a hacer. Dios ha prometido ir delante de mí. Tengo las obras de Cristo detrás de mí y a mi alrededor. Dios me está llamando a confiar en Él a la luz de Quién es Él. Debo avanzar en estos pasos siguientes confiando en que Él nos llevará a buen puerto a mi familia y a mí. Como puedes ver, eso es personal. Podría continuar, pero el tiempo y el espacio no lo permiten, pero puedes ver cómo hacerlo  personal. Y mi siguiente paso en la aplicación es elaborar tareas específicas y cosas que hacer. La aplicación es un proceso que requiere tiempo y oración.

Solo asegúrate de que tus aplicaciones siempre estén vinculadas a la idea principal y a la interpretación del texto. Si tu aplicación parece no estar conectada con el pasaje, entonces debes volver atrás y repetir los pasos anteriores.

Permíteme terminar con esto: observamos el texto para poder interpretar mejor el texto. Una vez que hemos observado e interpretado, ahora debemos aplicarlo a nuestras vidas. Hay diferentes niveles de aplicación. Ya lo viste arriba. Afinamos la aplicación amplia con el tiempo y por medio de meditar en lo que hemos leído. Leer la Biblia no es fácil, pero siempre vale la pena y es provechoso. Tómate tu tiempo, satura cada momento en oración y piensa en lo que has observado, interpretado y aplicado a lo largo del día. Después de todo, no es un elemento de la lista de cosas por hacer, sino un tiempo de comunión con el Rey de toda la Creación. Él promete encontrarse con nosotros en su Palabra y a través de la oración. Ve y lee y métete a la presencia del Rey.


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