Jesús les habla a los discípulos sobre la importancia de la integridad en la comunicación. A veces, las personas hacen promesas que no pueden, no quieren o simplemente no van a cumplir.

Jesús enseña aquí que está mal hacer compromisos que no se cumplen. Tus palabras deben ser confiables. Los que siguen a Cristo deben ser personas íntegras con reputación de ser completamente dignos de confianza.

Jesús dice que la única forma en que puedes ser diferente y amar a tus enemigos es recibiendo la gracia de ser tan diferente, que seas perfecto como tu Padre celestial. Este es un estándar abrumador... un estándar imposible, y Jesús lo sabe. Entonces, recurre a esta esperanza en Mateo 6, diciendo en esencia: “Ciertamente no puedes ser perfecto en ti mismo, así que déjame decirte el siguiente paso: debes encontrar la fuente de un cambio radical espiritual, debes aprender a mirar hacia arriba."

Debemos ser aún mejores en nuestras actitudes y acciones. También se nos dice que hay bendiciones por ser más rectos. Sin embargo, las recompensas por nuestros esfuerzos, como la fuerza espiritual para lograrlos, vienen de arriba. Por lo que no debemos buscar recompensas del mundo. Aunque somos la luz en el mundo y nuestras obras no se ocultarán, no debemos practicar nuestra justicia con la intención de ser vistos y recompensados por el mundo. Debemos hacer el bien en el mundo y no hacer un gran espectáculo de eso. Jesús nos da un ejemplo práctico y común de cómo podemos hacer esto.

Jesús dice en Mateo capítulo 6:2-4: “Cuando, pues, hagas obras de misericordia, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles para ser honrados por los hombres. De cierto les digo que ellos ya tienen su recompensa. Pero cuando tú hagas obras de misericordia, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, de modo que tus obras de misericordia sean en secreto. Y tu Padre que ve en secreto te recompensará”.

Aquí, Jesús está hablando de la disciplina espiritual de la caridad. Dar es una disciplina espiritual. Dar es una de las cosas que te hace crecer en tu fe y desarrollar madurez espiritual. Jesús está diciendo: "Tu ofrenda debe ser vertical, no horizontal". Los fariseos y los escribas salen a la calle donde hay mucha gente y, al ver a un mendigo, hacen un gran espectáculo al dar, asegurándose de que todos puedan verlos y escucharlos cuando dan caridad. Ofrecen caridad para impresionar a los demás.

Cuando respondes a la caridad de Dios en tu propia vida con un desbordamiento de caridad hacia los demás, eso es un acto de adoración. Cuando respondes al amor de Dios por el mundo manifestando ese amor a través de tu propio corazón y manos, en la vida de los demás, eso también es un acto de adoración.

Ahora bien, aquí hay una gran verdad: los dadores dan, incluso cuando no tienen nada. Los ladrones roban, incluso cuando tienen gran abundancia. Su bienestar espiritual se manifiesta en su fidelidad en la disciplina de dar. Jesús está dando a entender aquí que, si eres fiel en la forma en que administras el dinero y en dar como un desbordamiento de adoración, Dios te bendecirá con verdaderas riquezas: bendición espiritual. Si eres infiel en esta área, Dios te negará la bendición espiritual. El énfasis aquí es que debes dar por amor a Dios y en agradecimiento a Él por la gracia que Él te muestra a diario.

La Biblia enseña que Dios hace crecer a las personas espiritualmente cuando le dan en sacrificio por el bien de la obra de su Reino. Entonces, Dios bendice y multiplica los resultados. La mayordomía es una disciplina espiritual mediante la cual probamos que Dios es lo mejor y lo más satisfactorio que cualquier otra cosa en este mundo. ¿Tienes esa actitud hacia tu dinero, tiempo y otras cosas de valor?

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