Mateo presenta el ascenso de Jesús en el capítulo 3, diciendo:

Personajes Clave

• Jesús: Protagonista central del Evangelio de Mateo, presentado como el Mesías ungido por el Espíritu Santo, bautizado por Juan el Bautista y victorioso sobre las tentaciones de Satanás en el desierto.

• Juan el Bautista: Profeta que prepara el camino para Jesús, anunciando la llegada del Reino de los Cielos, bautizando en el río Jordán y reconociendo a Jesús como el Cordero de Dios.

• Satanás: El adversario que tienta a Jesús en el desierto, representando la lucha espiritual y las tentaciones que enfrenta la humanidad.

En el comienzo del ministerio público de Jesús, Mateo nos presenta la figura de Juan el Bautista, quien proclama en el desierto de Judea la cercanía del Reino de los Cielos. Juan, vestido de manera austera y alimentándose de langostas y miel silvestre, atrae a

multitudes, incluidos fariseos y saduceos. Su mensaje destaca la necesidad de arrepentimiento y advierte contra la confianza en la ascendencia o tradiciones.

Jesús, en sintonía con el mensaje de Juan, se presenta para ser bautizado, aunque no necesitaba arrepentirse. Este acto marca el inicio de Su ministerio, siendo ungido por el Espíritu Santo y afirmado por la voz del Padre desde los cielos. Después, Jesús enfrenta las tentaciones de Satanás en el desierto, demostrando resistencia y fidelidad a la Palabra de Dios.

El Mensaje de Juan el Bautista

•  Llamado al Arrepentimiento: Juan proclama un mensaje central de arrepentimiento, preparando el camino para el Reino de los Cielos.

• Crítica a la Confianza en la Ascendencia: Advierte contra la confianza en la ascendencia judía y destaca que Dios puede levantar hijos a Abraham incluso de las piedras.

• Bautismo como Rito de Iniciación: Juan realiza un bautismo de arrepentimiento, simbolizando una nueva vida y unirse a la comunidad de aquellos que esperan al Mesías.

• Rechazo de la Hipocresía Religiosa: Juan confronta a los fariseos y saduceos, llamándolos "generación de víboras" y exigiendo frutos dignos de arrepentimiento.

  El Bautismo y la Identidad de Jesús

•  Iniciación al Ministerio: Jesús, a pesar de no necesitar arrepentimiento, elige ser bautizado, marcando el inicio de Su ministerio público.

• Confirmación Trinitaria: El bautismo de Jesús involucra la presencia de la Trinidad: Jesús en el agua, el Espíritu Santo descendiendo como paloma, y la voz del Padre desde los cielos.

• Ejemplo para Seguir: Jesús, al ser bautizado, ofrece un ejemplo de obediencia y humildad, asociándose con la humanidad y mostrando la importancia del rito de iniciación.

• Preparación para el Sacrificio: El bautismo de Jesús anticipa Su sacrificio, conectando con el simbolismo del cordero y estableciendo un camino de obediencia y entrega.

Las Tentaciones de Jesús en el Desierto

• Paralelismo con la Tentación de Adán y Eva: Las tentaciones de Jesús en el desierto reflejan la tentación de Adán y Eva en el Edén, destacando la victoria de Jesús donde fallaron.

• Rechazo de la Prioridad de lo Físico: Jesús rechaza la tentación de convertir piedras en pan, demostrando que la vida va más allá de las necesidades físicas inmediatas.

• Resistencia a la Soberbia: En la segunda tentación, Jesús rechaza el intento de Satanás de que se exalte a sí mismo, afirmando la prioridad de adorar y obedecer a Dios.

• Rechazo del Deseo de Poder Mundano: Jesús rechaza la oferta de todos los reinos del mundo a cambio de adorar a Satanás, priorizando el servicio a Dios sobre la búsqueda de poder terrenal.

  Significado de la Tentación de Cristo

• Validación de Su Derecho: Las tentaciones no son pruebas para que Jesús se convierta en el Mesías, sino para demostrar y validar Su derecho como el segundo Adán que resiste donde el primero falló.

• Ejemplo de Victoria sobre el Pecado: La tentación de Jesús demuestra que el pecado puede ser derrotado y que confiar en la Palabra de Dios es clave para resistir las tentaciones.

• Cristo Vivo en Nosotros: La victoria de Jesús en las tentaciones significa que, como seguidores de Jesús, tenemos la esperanza de resistir y vivir en obediencia.

• Relevancia para la Vida Diaria: La tentación de Jesús tiene implicaciones prácticas, inspirando confianza en que, con Cristo en nosotros, podemos resistir las tentaciones cotidianas.

Conclusión

Las tentaciones de Jesús, enfrentadas victoriosamente, establecen un precedente para la resistencia al pecado y la importancia de confiar en la Palabra de Dios. Este episodio trascendental valida la posición de Jesús como el segundo Adán, demostrando que en Él encontramos un líder que no solo es digno sino que también nos muestra cómo resistir las tentaciones terrenales.

El llamado final es claro: colocar a Jesús en primer lugar en nuestras vidas, seguir Su ejemplo y confiar en Su poder transformador.

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