Blog - Tu Instituto Bíblico

EL SENTIDO DE LA SERPIENTE

Estoy bastante interesado en el trabajo de los que investigan los detalles de los relatos de la creación de Génesis desde un punto de vista científico. Apoyo totalmente cualquier estudio honesto acerca de las posibilidades de un diluvio universal,1 análisis genéticos para ver si realmente el hombre remonta sus orígenes a una sola pareja2 o incluso cuestionar si hay o no alguna prueba de que las serpientes solían tener patas. No creo, sin embargo, que estos estudios tengan la clave para entender Génesis.

Si quieres entender el mensaje teológico de Génesis, tienes que leerlo como un pagano. Es decir, que el Génesis se escribió en el contexto de la dominación global de la cosmovisión pagana y que fue pensado como una ayuda para aquellos que están luchando por entender y abrazar la cosmovisión bíblica bajo la gran presión de esa hegemonía pagana. Las historias de la creación que sostenían la percepción pagana de la divinidad, el hombre y la realidad llenaron la imaginación de todas las sociedades, y Génesis está construido para predicar la verdad sobre Dios, el hombre y la realidad en oposición intencional a esas historias. Génesis trata acerca del verdadero origen y naturaleza del orden divino. Revela cómo se diseñó el funcionamiento del mundo con el fin de que el hombre pudiera aprender a conducirse mejor dentro de él.

Permíteme dar un ejemplo, por medio de hablar sobre el contexto para entender a la serpiente de Génesis 3.

Solo un niño se imagina que Génesis 3 es un cuento etiológico sobre por qué a las mujeres no les gustan las serpientes o por qué las serpientes no tienen patas. Dado el papel de los dragones serpentinos en tantos relatos antiguos de la creación de Medio Oriente, uno sería tonto si no creyera que hay una conexión entre Génesis y ellos. De hecho, muchos versículos de las Escrituras muestran una aguda conciencia de estas antiguas historias de dragones serpentinos. Los autores modelan a los enemigos a su imagen y semejanza,3 y vinculan la figura de la serpiente con Satanás mismo.4

Mi tesis doctoral exigía amplios contrastes y comparaciones entre las historias paganas y el relato bíblico de la creación y del diluvio. Aprendemos mucho sobre la visión pagana de los dioses, el hombre y la realidad al leer sus mitos, y descubrimos cuán radical era la cosmovisión bíblica para ellos cuando se encontraban con ella. Entonces, si yo fuera un pagano leyendo Génesis, déjame decirte qué pensaría de la historia de la caída del hombre y la serpiente y qué sería con lo que más me quedaría de ella.

En Génesis, toda la naturaleza de Yahvé es radicalmente diferente de las concepciones paganas de Dios. En lugar de no ser digno de confianza, poderoso, pero muy limitado, ensimismado, voluble, un superser atado al orden creado que fue establecido por alguien totalmente desconocido e incognoscible... es decir, una deidad pagana... Yahvé es el Único y Santo Creador de todo. Él es omnipotente, omnisciente, completamente sabio, eterno, inmutable, omnipresente, trascendente, pero inmanente.5 Yahvé tiene una disposición positiva hacia a su creación como un Creador amoroso y bueno, se puede confiar en Él y puede ser conocido personalmente, y es la fuente misma de toda moral y ética. Todas las criaturas espirituales y materiales se dirigen hacia un juicio ante el tribunal de Yahvé para responder por sus acciones hacia Él y hacia Sus creaciones en Su mundo.

En Génesis, toda la naturaleza del hombre es radicalmente diferente a las concepciones paganas de Dios. En lugar de ser creado como un esclavo de los dioses apenas tolerado por ellos, mantenido bajo control por el sufrimiento para evitar que prolifere y añadiendo a su molestia general hacia los dioses paganos... en lugar de estar por su cuenta para resolver su destino por sí mismo mediante manipular a los dioses paganos a través de rituales para lograr sus propios fines sin ninguna guía moral o ética confiable por parte de los dioses... en Génesis, el hombre es la creación más alta de Yahvé. El hombre fue hecho para ser lleno del Espíritu Santo de Yahvé como Su imagen gobernante y reinante en el mundo. Al hombre se le da una misión y una bendición y se le declara, con todo el resto de la creación amada de Yahvé, que es muy bueno.

En Génesis, toda la naturaleza de la realidad es distinta a las concepciones paganas de ella. En lugar de ser una compilación aleatoria de dioses paganos en conflicto que son las fuerzas cósmicas del mundo en ciclos interminables y deliberados… el mundo de Yahvé tuvo un comienzo intencional y está conduciendo hacia un final intencional. En Génesis, la naturaleza es un cuerpo de fuerzas materiales totalmente sometidas al orden de Yahvé y sin voluntad personal. La sabiduría de Yahvé está entretejida en el entramado de la realidad como un sistema de recompensas y castigos naturales. 

A medida que la mente del pagano se tambalea ante tales declaraciones, el papel de la serpiente que aparece al final de la historia de la creación le vuela la mente. Las imágenes del mar y del dragón serpentino son, en las historias paganas de la creación, el rostro mismo del caos, el destructor amoral de mundos, el enemigo de un cosmos activo y floreciente. Esta fuerza ruinosa es anterior al cosmos poblador, está en enemistad con él y debe ser conquistada para que progrese. En derrota, el dragón serpentino se convierte en una pieza clave en el establecimiento del mundo natural como parte necesaria, pero siempre amenazante, de sus cimientos. Si se pudiera decir que algo está «mal» con el mundo tal como lo concebían los paganos, sería la idea de que el caos es parte de la estructura primaria del mundo y que solo el hombre está realmente cuidando los intereses del hombre en la batalla cósmica contra él.

Pero no es así en Génesis. Allí, el mundo es muy bueno. Otras porciones de la Escritura trabajarán la imaginería poética del mar como un enemigo apenas controlado, pero en la creación del Génesis, el mar es solo una fuerza más puramente material entre muchas. Las aguas del abismo se separan por Sus órdenes, las de arriba de las de abajo, los mares de la tierra, así como las tinieblas huyen de la luz, y las aguas y la Tierra producen seres vivos cuando Dios les exige que lo hagan.

Los problemas del mundo nacen en Génesis 3, no en Génesis 1 o 2. La serpiente viene como un enemigo para persuadir al hombre y a la mujer para que se rebelen contra Dios. Como regentes sobre el mundo de Dios, la creación está maldita por el pecado de ellos, y no por la presencia de la serpiente, sin importar lo maliciosa que sea. La fuente del mal mundial, del caos mundial, no se encuentra en el mar, la serpiente o Satanás, sino en el corazón rebelde del hombre mismo. Satanás quizá tiente y atraiga, seduzca y engañe, pero es el propio corazón egoísta del hombre el que engendra el mal en el mundo. La falla del hombre no es su fracaso para crear los tipos correctos de sistemas, culturas, leyes o instituciones, sino el hecho de que ninguno de ellos es inmune a la influencia de su corrupto corazón. Satanás quizá busca nuestra ruina, pero el mayor enemigo del hombre es él mismo.

Puedes debatir la literalidad de la serpiente y buscar evidencia científica de su maldición en sus homónimos, pero quiero entender su papel en la historia de la creación, el significado y la influencia de sus palabras, y el impacto que tuvo en llevar el mal humano al mundo bueno de Dios, y cómo nosotros, los hijos de Adán y Eva, podemos encontrar estabilidad, restauración y redención en el mundo que nosotros, y no ella, arruinamos.


Te invitamos a conocer más acerca de la Biblia por medio de estudiarla con nuestros materiales gratuitos de estudio bíblico.


1.     Un diluvio global no es necesario en la lectura hebrea de Génesis 6-8. De hecho, la evidencia, como la he visto, apunta más fuertemente hacia una inundación regional masiva en el área del Mar Negro, aunque algunos han presentado varios datos interesantes en apoyo del otro.

2.     Algunas afirmaciones maravillosas de esto han surgido últimamente por aquellos que analizan los registros de ADN, así como la evidencia genética de una explosión espontánea de especies al mismo tiempo hace apenas decenas de miles de años.

3.     Estas serpientes suelen ser el doble visual del mar primordial, el gran enemigo de la creación. Leviatán aparece en Job 41, en los Salmos 74 y 104 y en Isaías 27. Rahab aparece en Job 9, el Salmo 87 e Isaías 30. Labu aparece sin nombre en Ezequiel 29. Tenemos grandes adversarios que se levantan como bestias del mar en Daniel 7 y Apocalipsis 13. Y hay más.

4.     Apocalipsis 12 y 20.

5.     Es decir, permanece fuera del orden creado, pero totalmente presente en su operación, flujo y propósito, dándose a conocer a Sus criaturas.

Michelle Cruz