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NOTAS DE LA CLASE: EL PADRE DE LA FE

Contexto

La lección se centra en la vida de Abraham, un personaje bíblico fundamental, y su relación con Dios. La historia de Abraham se encuentra en el libro del Génesis y sirve como un ejemplo de fe y obediencia a Dios.

1. La fe de Abraham

Abraham es un ejemplo destacado de fe en la Biblia. A los 75 años, siendo conocido como Abram, no tenía hijos, a pesar de que su nombre significaba "padre exaltado". Sin embargo, creyó en la promesa de Dios de que tendría una descendencia innumerable, incluso si eso parecía imposible. La historia de Abraham ilustra la importancia de mantener la fe, incluso cuando las circunstancias son desafiantes.

2. Los altares de Abraham

Abraham construyó cuatro altares a lo largo de su vida, cada uno con un significado particular:

El Altar de la Respuesta: Se construyó como una respuesta a la llamada inicial de Dios, simbolizando su disposición para seguir el camino divino.

El Altar de la Súplica: Ubicado entre Betel y Hai, refleja su búsqueda de dirección divina y la comunicación con Dios en momentos de incertidumbre.

El Altar de la Relación: Construido en Hebrón, representa su deseo de conocer a Dios de manera más profunda y tener una relación íntima con Él.

El Altar de la Realidad: Situado en el monte Moriah, donde Abraham estuvo dispuesto a ofrecer a su propio hijo Isaac como sacrificio, demostrando su compromiso y obediencia inquebrantables a Dios.

3. La relación con Dios

La historia de Abraham resalta que la relación entre Dios y la humanidad se basa en la iniciativa divina. Dios busca a Abraham y se le aparece en momentos específicos de su vida para guiarlo y fortalecer su fe. Esto subraya el hecho de que es Dios quien toma la iniciativa en la relación con los seres humanos.

4. La entrega total a Dios

El cuarto altar, el "Altar de la Realidad," simboliza la culminación de la relación de Abraham con Dios. Aquí, Dios le pidió a Abraham que ofrezca a su hijo Isaac como sacrificio, una prueba suprema de su fe y obediencia. Aunque finalmente no tuvo que sacrificar a Isaac, su disposición para hacerlo demostró su entrega total a Dios.

Conclusión

La vida de Abraham ejemplifica la fe inquebrantable y la relación profunda con Dios. Sus cuatro altares representan su viaje espiritual, desde su respuesta inicial a la llamada divina hasta su total entrega a Dios. La historia de Abraham es una inspiración y una guía para quienes buscan una relación más profunda con Dios y una fe sólida en sus promesas. Además, nos recuerda que, a pesar de las circunstancias aparentemente imposibles, la fe y la obediencia a Dios pueden conducir a una vida significativa y una relación transformadora con lo divino. La historia de Abraham sigue siendo relevante y poderosa hoy como un recordatorio de la importancia de confiar en Dios y seguir su llamado.


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