NOTAS DE LA CLASE: EL NÚCLEO DEL CARISMA
¡Descubre el amor santo!
Notas de la clase: Estudio de 1 y 2 de Corintios
Jesús resume toda la Ley y los Profetas en Mateo 22:37-39, diciendo: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y amarás a tu prójimo como tú mismo”. Por lo tanto, no sorprende encontrar a Pablo aplicando la solución definitiva del amor divino a casi todos los problemas de la iglesia de Corinto.
En este capítulo, Pablo combina dos ideas importantes: la naturaleza de los dones espirituales y el amor de Dios obrando en los creyente y nos describe el amor verdadero y piadoso. Pablo nos dice que de las tres grandes virtudes cristianas: fe, esperanza y amor, solo el amor es eterno.
La fe algún día será reemplazada por el ver. La esperanza será reemplazada por el recibir. El amor, sin embargo, perdurará por toda la eternidad en la presencia de Dios. El amor es lo más grande del mundo. De hecho, si tienes la mayor fe y la esperanza más firme, pero te falta el amor, no eres extraordinario; eres de hecho, nada.
Esto no significa que todo lo que dice ser amor sea de Dios, como tampoco todo lo que dice ser espiritual sea del Espíritu Santo. Hay un tipo específico de amor que es santo.
Dada la complejidad de la condición humana, el amor del hombre puede ser tan corrupto y equivocado como todo lo demás en nuestras interacciones. A veces podemos tener buenas intenciones, pero tener buenas intenciones no es lo mismo que hacer el bien. Carecemos de la pureza del corazón Divino y la sabiduría de la mente divina para lograr resultados verdaderamente buenos y beneficiosos. Por lo tanto, debemos buscar el corazón de Dios para el mundo y seguir la guía del Espíritu Santo.
El amor es indestructible. Si tu amor es un amor santo, tu amor es fuerte. El amor santo sufre mucho, soporta todas las cosas, resiste todas las cosas y finalmente sobrevivirá a todas las cosas. Esto significa que, si por la gracia de Dios, amas a alguien con amor santo, entonces puedes decirle a la persona: “Nada de lo que hagas podría hacer que deje de amarte porque te amo con el amor de Dios, y el amor de Dios es resistente. El amor de Dios puede manejar lo que sea que hagas”. Como tal, el amor de Dios es incondicional. No se puede ganar ni perder.
Pablo dice que el amor nunca falla. Nosotros fallamos al amar, no hay duda de esto. De hecho, no puedes llegar a ninguna parte con un amor santo hasta que confiesas que no lo posees en ti mismo. No tenemos lo que se necesita para amar como Dios ama. No tienes ese tipo de amor en y por ti mismo. Pero, de nuevo, recuerda dónde se encuentra este capítulo en la carta. Estamos hablando de las obras del Espíritu Santo.
Estamos hablando del don del Espíritu Santo que permite que funcionen el creyente y la iglesia guiados por el Espíritu. Entonces, este amor es un poder del Espíritu Santo que Él regala a los creyentes en Cristo. El amor santo es la evidencia principal de que el Espíritu Santo está en tu vida y en tu iglesia. Y en la providencia de Dios, nunca falla.
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