Hay más profecías mesiánicas en Isaías que en cualquier otro libro profético.

La primera profecía viene en Isaías 9:6, cuando escuchamos que al Mesías se le dan muchos nombres: 

Dios da esta gran esperanza inmediatamente después de pronunciar el juicio y la destrucción a manos de un enemigo brutal. El pueblo será juzgado por su pecado, pero Dios siempre será fiel.

Más tarde, Isaías profetiza cómo será el que un Rey venga así a este mundo quebrantado. Esto viene en Isaías 40:3-5 donde escuchamos una predicción sobre el ministerio de Juan el Bautista en el Nuevo Testamento, diciendo:

La voz que llama es la de Juan, y su ministerio tiene que ver con preparar a la gente para recibir a su Mesías. Isaías dice que la llegada del Mesías es como la llegada de un gran rey.

En aquellos días, cuando un rey viajaba, sus servidores le preparaban el camino. Ellos nivelarían el camino, rellenarían los bachesy lo arreglarían tanto como fuera posible. Esto haría que el viaje del rey fuera placentero y eficiente. En esta profecía, cuando es Dios quien viene, las montañas serán allanadas, los valles profundos serán rellenados, toda superficie de la Tierra será enderezada y accesible.

En lo que se refiere al Mesías que ha de llegar, la preparación de la que habla Isaías no es de tierra física y piedra, sino de corazones y mentes. Vemos que Juan el Bautista es levantado para comenzar esa preparación en la historia del Evangelio. Jesús viaja a este mundo por un camino formado en los corazones del remanente fiel de Israel. Y esta preparación la hace el testimonio de Juan.

Cuando predicamos el evangelio hoy, de la misma manera, también creamos caminos para la venida de Dios a los corazones de las personas. La vida de Jesús fue un camino para el Padre. Nuestras vidas deben ser caminos para Cristo. ¿Cómo hace Dios para que tu vida sea una carretera por la cual pueda llegar a este mundo? Bueno, según este gran sermón de Isaías, no es fácil. Se trata de esos cuatro pasos: nivelar, rellenar, enderezar y pulir.

Si estás ciego, atado, esclavizado o quebrantado; si las presiones de la vida te han dejado como una persona desesperada que necesita dirección, restauración y perdón, ¡entonces es hora de regocijarte! Jesús dice que Su ministerio es para personas como tú que reconocen su necesidad.

Este es el mensaje que encontrarás al estudiar las profecías de Isaías acerca de Jesús. Este mensaje de esperanza es exactamente lo que encontrarás cuando escuches acerca del Mesías tanto en Isaías como en los Evangelios.

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