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NOTAS DE LA CLASE: EL MANUAL DEL MATRIMONIO

Pablo muestra que hay dos tipos de personas en la iglesia de Corinto. Algunos de ellos quieren aferrarse a algunas de las prácticas sexuales paganas por las que se conocía a la ciudad de Corinto. Pablo ya se ha referido a este tipo de inmoralidad.

Pero otros en la iglesia están demasiado ansiosos por dejar atrás sus vidas pasadas. Estos creyentes van demasiado lejos en la otra dirección afirmando que la inmoralidad sexual no solo es mala, sino que el sexo en sí mismo es malo y debe evitarse por completo. Pablo enseña que ambas posiciones son extremos que deben evitarse. El punto clave aquí es que la intimidad sexual es buena dentro de cierto contexto y que cualquier actividad sexual fuera de ese contexto se considera inmoral.

En última instancia, estos creyentes malinterpretan la bondad de la creación de Dios; una creación que incluye el matrimonio y el sexo. Pablo llama al matrimonio un regalo de Dios en 1 Corintios 7:7

El matrimonio, según las Escrituras, es la unión de una sola carne. Los dos se vuelven una sola carne, como leemos en Génesis 2:24. Esta unión es la base del matrimonio y conlleva por naturaleza ciertos “deberes” o “responsabilidades” que cada uno tiene para con el otro.

Las Escrituras son claras con respecto a las intenciones de Dios para la humanidad en Su creación, diciendo en Génesis 1:31: “Es muy bueno”. Dios hizo placentero el sexo y bendijo la unión del hombre con la mujer en un compromiso diciendo en Génesis 1:28: “Sean fecundos y multiplíquense y llenen la tierra”.

Incluso inspiró un libro completo de la Biblia, Cantar de los Cantares, para celebrar el amor entre un esposo y una esposa en términos que expresen toda la pasión sexual de los amantes en el matrimonio. Hebreos 13:4 muestra este asunto muy claramente diciendo: “Honroso es para todos el matrimonio, y pura la relación conyugal; porque Dios juzgará a los fornicários y a los adúlteros”.

Ahora, habiendo defendido la bondad del matrimonio, Pablo pone su atención a un tema relacionado: la soltería. Por mucho que Pablo celebre el matrimonio en el capítulo 7, alienta la soltería tal vez incluso en mayor medida. Él dice en 1 Corintios 7:7: “Más bien, quisiera que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don procedente de Dios: uno de cierta manera y otro de otra manera”. Continúa explicando en el versículo 8, diciendo: “Digo, pues, a los no casados y a las viudas que les sería bueno si se quedasen como yo”: Pablo es soltero. Esta es una perspectiva poco común en las Escrituras, ya que a menudo pensamos que el matrimonio es el mejor plan de Dios para todos.

Si bien el matrimonio tiene grandes beneficios y fue instituido por Dios como un don para la humanidad, la soltería también tiene beneficios para aquellos que pueden permanecer castos sin que esto sea una tortura. La recomendación de Pablo aquí no es que la soltería sea mejor que el matrimonio, sino que cada persona debe hacer lo que sea que, como él dice, asegure la devoción al Señor sin distracciones. ¿La pasión te quema? Pablo dice que deberías casarte.

¿Tienes un gran dominio propio y un deseo de dedicarte por completo al Señor? Entonces la soltería es un regalo de Dios en tu beneficio. Sobre todo, dice que eres libre en todos los aspectos, pero debes buscar seguir el llamado específico de Dios para tu vida.


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