DIOS USA PERSONAS ORDINARIAS PARA COSAS EXTRAORDINARIAS
Nuestro llamado es a dar las buenas nuevas y rogar al mundo que se reconcilie con Dios.
Nuestras capacidades y talentos ayudan, pero no son suficientes para salvar a las personas. Necesitamos al Espíritu de Dios sobre nuestras vidas, pues él es quien convence al mundo de pecado; nosotros solo somos su instrumento.
Moisés es un gran ejemplo de lo que una persona “ordinaria” puede llegar a ser y hacer para llevar a las personas a su libertad en Dios.
Aparte de los cuatro secretos espirituales que debemos aprender en esta clase, la vida de Moisés nos enseña lo siguiente:
Fue obediente a pesar de sus limitaciones.
Aun cuando estaba muy consiente de sus carencias, hizo lo que Dios le mandó a hacer.
Si nosotros vemos solo lo que nos falta o nuestros defectos, es muy probable que nunca nos movamos hacia adelante. Sin embargo, el deseo de hacer la voluntad de Dios en nuestras vidas debe ir más allá y ponernos en acción.
2. Moisés tenía un corazón de intercesor.
Durante toda su vida, vemos que siempre estuvo dispuesto a ponerse en medio de Dios y su pueblo. Aun cuando el pueblo desobedecía, él continuaba intercediendo en favor de las personas para pedirle a Dios misericordia para ellas.
Este es un sentir que debe haber también en nosotros.
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