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DIOS CONOCE TUS NECESIDADES MAS PROFUNDAS

La pesca milagrosa fue un acontecimiento asombró a todos los pescadores de Capernaum. Pedro se dio cuenta de inmediato que estaba frente a la presencia del hijo deDios, y sintió vergüenza profunda por su propio pecado.

No obstante, decidió dejar su antigua vida, su sustento laboral, su comodidad y su familia para seguir a Jesús y cumplir con su llamamiento. En Lucas 5:1-11 encontramos esta maravillosa historia:

Algunas cosas que podemos aprender de este pasaje:

1.Jesús puso primero lo eterno y después lo físico

Jesús se había apercibido de que los pescadores no habían atrapado peces en la noche. Él vio lo desanimado que estaban y que lavaban sus redes; sin embargo, puso primero la necesidad eterna de la enseñanza para las personas que estaban en el lugar, y después se hizo cargo de los pescadores.

Sin menospreciar la parte laboral, él quiso primero tratar con el corazón de la multitud. Vio primero la necesidad de la mayoría y después iba a tratar con la necesidad de los pescadores

2. Jesús no se olvidó de la necesidad de los pescadores, ni la externa ni la interna

Cuando Jesús terminó de enseñar, él le ordenó a Pedro que hiciera aquello en lo que era experto. Contra todo lo que las circunstancias normales decían, Jesús le dice que vaya por aquello que aparentemente no era posible.

A veces podemos pensar que para Dios nuestras necesidades físicas no son importantes, sino sólo las cosas eternas, pero Jesús demostró a Pedro que su pesca no se había perdido. Él comprendió que haber entregado sus recursos (barca) para el reino de Dios, no había sido en vano. Jesús devolvió con creces el “favor” recibido de los pescadores.

Dios siempre nos va a recompensar mayormente aquello que nosotros invirtamos en su reino. Dios no es deudor de nadie; Él da a manos llenas

3. Jesús trató con la verdadera necesidad del corazón de Pedro

Jesús fue de lo general a lo particular. Fue de lo visible a lo invisible. La verdadera necesidad de Pedro no era económica, sino espiritual.

Él necesitaba reconocer su condición de pecador para poder tener acceso al reino de Dios. Al ver la pesca milagrosa, eso le mostró la condición de su corazón y lo llevó al arrepentimiento.

Pedro nunca volvió a ser igual. Una vez restaurada su condición de pecador delante de Dios, entonces Jesús le hizo el llamado a ser pescador de hombres.

Dios tiene un llamado para cada uno de nosotros, pero quiere suplir nuestras necesidades antes de todo para que, de esa manera, nosotros podamos ir y llevar sanidad a los que lo necesiten.


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