El ministerio de enseñanza de Jesús viene de muchas formas en los Evangelios. Encontramos largos sermones como El Sermón del Monte que cubre tres capítulos completos en Mateo 5, 6 y 7. En ese Sermón, Jesús llama a Sus seguidores a ser parte de Su solución para los problemas de este mundo. De hecho, todo el libro de Mateo está organizado alrededor de cinco grandes sermones predicados a Sus seguidores acerca de cómo ser Sus discípulos y construir Su Iglesia.

Jesús vino a salvar lo que se había perdido siendo Él mismo el Camino, la Verdad y la Vida. Este era el principal objetivo del ministerio mientras estaba entre nosotros. Él dice:

Jesús le dice al Padre: "Yo te he glorificado en la tierra, habiendo acabado la obra que me has dado que hiciera”. Versículos como estos son una muy buena introducción para la gran obsesión de Jesucristo: Cumplir la Misión de su Padre.

Conforme estudias, debes buscar Su ministerio de redención, Su muerte en la cruz y todo lo que la cruz significa como un acto de expiación por el pecado humano y como un camino hacia una relación restaurada con el Santo Creador. Por lo tanto, era necesario que durante Su vida, Jesús se estableciera en los corazones de cualquier persona que le creyera.

Jesús enseña a los judíos cómo vivir la Torá de la manera correcta. Jesús también denuncia a los líderes apóstatas que han violado el espíritu de la Palabra, cumple profecías y vive modelos espirituales esenciales para que el pueblo de Dios pueda creer en Él.

Jesús fue un maestro que reprendía. La gente a menudo se sentía profundamente conmovida al arrepentimiento o a ira por Sus palabras. Ahora bien, una palabra importante en el Nuevo Testamento es una que significa confesión. La confesión no es auto justificarse ni excusar el pecado cuando te presionan a reconocerlo porque te descubrieron.

Si conoces las Escrituras, sabrás lo que Dios dirá sobre lo que hiciste y cómo se siente Él por lo que hiciste. Entonces, dices lo mismo, y sientes lo mismo, y al hacerlo, estás de acuerdo con Dios en que lo que hiciste estuvo mal. Eso es confesión. La respuesta adecuada a la convicción de pecado que traerá el estudio de los Evangelios es, la confesión y el arrepentimiento.

Hay un último pensamiento para compartir contigo a modo de introducción mientras lees estos Evangelios. Muchos de los pasajes en Mateo, Marcos y Lucas son idénticos, y los eruditos han tratado de averiguar quién tomó prestado qué o a quién.

Lo que es importante recalcar cuando lees los Evangelios es que son interpretaciones únicas de Jesús. Cada una está hecha para distintos públicos y diferentes propósitos. Cada uno es una obra maestra: un sermón narrativo que predica un mensaje a través de grupos de episodios entretejidos, que entregan un mensaje que es más grande que cualquier evento individual.

Así que, estudiar cada uno de estos libros en ese nivel, requiere un profundo estudio por sí mismo.

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