ASÍ ES UNA IGLESIA CRISTIANA VERDADERA
Las características correctas en la iglesia
Estudio del Libro de Hechos
A medida que estudiamos Hechos, debemos buscar patrones en la iglesia primitiva que influyan positivamente nuestro enfoque para ser la Iglesia de Jesús en nuestro propio tiempo de la historia
El primer patrón que vemos es el dar. Después del nacimiento de la iglesia en el día de Pentecostés, muchos discípulos demostraron la virtud de dar.
Leemos esto en Hechos 4:35 y en Hechos 2:44. Aunque este acto específico en este período de tiempo es más descriptivo que prescriptivo, el espíritu del acto es bastante significativo. Esto quiere decir que este período de dar no representa un llamado bíblico a la vida en una comuna o al socialismo, pero sí representa un nivel de amor, entusiasmo y unidad que solo puede describirse como sobrenatural.
El siguiente patrón que observamos en Hechos es de desobediencia civil. Los apóstoles hacen esto porque se les dice que sigan algunas reglas que contradecían los mandatos directos de Dios en la Gran Comisión. Los apóstoles dicen en Hechos 4:19-20:
“Juzguen ustedes si es justo delante de Dios obedecerles a ustedes antes que a Dios. Porque nosotros no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído”
Esto es desobediencia civil cristiana: cuando las autoridades humanas contradicen las instrucciones de Dios, el cristiano debe obedecer reverentemente a Dios y no al hombre, cueste lo que cueste.
Al pasar al capítulo 5 de Hechos, vemos surgir un patrón de disciplina en la iglesia. Con el ejemplo de Ananías y su esposa Safira vemos la disciplina de Iglesia al más alto nivel.
La misericordia y la gracia deben recibirse siempre con un algo de temor. Una persona redimida, incluso una persona regenerada...no es una persona completa. Necesitan crecer a la semejanza de Cristo.
Por lo tanto, una iglesia llena de almas incompletas debe continuar enseñando, discipulando y disciplinando. Las dos cosas que mantienen pura a la Iglesia en su primera generación son la persecución y la disciplina.
En el capítulo seis de Hechos, se ve un patrón importante que hace una distinción entre los dones espirituales que son pastorales y los dones espirituales que son prácticos.
La llegada del Espíritu Santo en Pentecostés otorga a los discípulos varios dones espirituales que conducen a diversos tipos de ministerio. La Iglesia tiene muchas necesidades y, por lo tanto, el Espíritu Santo otorga a los creyentes diferentes dones para que cada necesidad pueda ser satisfecha con éxito y eficacia.
En el capítulo 7 de Hechos, surge un patrón de martirio. Uno de los diáconos nombrados en Hechos 6 surge como una figura profética poderosa, y genera tantos problemas para los líderes judíos que lo juzgan y lo ejecutan allí mismo.
Uno de los primeros padres de la iglesia dijo una vez: "La sangre de los mártires es la semilla de la Iglesia".
Cuando Esteban muere por su fe, Saulo de Tarso sostiene las túnicas de los que lo apedrearon. Pronto este Saulo, que está persiguiendo a la iglesia, se convertirá radicalmente y será conocido como el apóstol Pablo, el misionero cristiano más activo de la historia cristiana.
En el capítulo 8 de Hechos, descubrimos el patrón de apostasía en Hechos.
Hechos 8:9-11 describe a un hombre de la siguiente manera: Simón, un hechicero que al mirar el poder del Espíritu Santo, desea pagar para poder poseer ese mismo poder.
En Hechos 8:20-23, Pedro reprende:
“—¡Que tu dinero perezca contigo, porque intentaste comprar el don de Dios con dinero! No tienes parte ni derecho en este asunto, porque no eres íntegro delante de Dios. Por eso, arrepiéntete de tu maldad y ruega al Señor”
El capítulo 9 de Hechos confirma otro patrón en Hechos, el patrón de la sanidad. Dejando de lado otras manifestaciones de poder por el momento, la sanidad del cuerpo físico se repite a lo largo del libro de los Hechos.
Dado que Hechos es una continuación del ministerio de Jesús a través de Su Iglesia, no debería sorprendernos encontrar este mismo patrón aquí también.
Al concluir, reflexionemos sobre todos estos patrones en las iglesias de Hechos: donación, evangelismo y discipulado, disciplina, resistencia a la apostasía, desobediencia civil necesaria, persecución, distribución adecuada de deberes por los dones, y la presencia del poder divino para ganar al perdido.
Oremos para que aprendamos de estos ejemplos y tomemos en serio estas advertencias. Oremos para que Dios nos use de esta manera y que incluso los inconversos nos vean como estándares de la Iglesia de Cristo.
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