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¿POR QUÉ JESÚS TENÍA QUE MORIR?

Autor: Jonathan Pruitt, Ph.D., Autor colaborador para Fundamentos a través de ICM

En algún momento alrededor del año 33 d. C., en la primavera, Jesucristo fue crucificado en una cruz. Soportó la pena capital más brutal y torturante quizá de toda la historia humana. Hoy, muchas personas de todo el mundo reconocen la cruz como el símbolo de la f e cristiana.

Esto es apropiado, ya que la Biblia enseña con claridad que la muerte de Jesús es absolutamente central para el evangelio: las buenas nuevas que Jesús encargó que Sus seguidores creyeran y proclamaran. El apóstol Pablo dice que «lo más importante» es que «Cristo murió por nuestros pecados» (NTV). Pero, ¿cuál es el significado de la cruz? ¿Por qué Jesús tenía que morir?

Los cristianos han reflexiona do en esta pregunta durante casi dos mil años. Durante ese tiempo, la iglesia ha descubierto varias razones diferentes para la expiación o muerte de Cristo. Estas diferentes razones son, en última instancia, armoniosas y complementarias; son como las facetas de un diamante. Cada faceta revela algo importante y hermoso sobre el significado y el propósito de la cruz.

Faceta 1: La muerte de Jesús como rescate

Versículo clave: «Pues ni aun el Hijo del Hombre vino para que le sirvan, sino para servir a otros y para dar su vida en rescate por muchos» (Marcos 10:45, NTV).

La Biblia nos dice que la muerte de Jesús fue un rescate. El Antiguo Testamento proporciona un poco de contexto para la noción bíblica de «rescate».

Quizá el ejemplo más vívido se encuentra en el libro de Rut. En esta historia, conocemos a Rut y a su suegra, Noemí. El esposo de Rut había muerto, al igual que sus hijos, y ella se quedó sola y sufriendo.

Afortunadamente, la ley describía el papel de un pariente redentor, que estaría legalmente obligado a redimir por rescate a un miembro de la familia que hubiera sido vendido como esclavo (Levítico 25:47-55,NTV).

Booz rescató o redimió a Rut, al recomprar las propiedades de su exmarido y casarse con Rut para salvarla de una vida de pobreza y hambre. A lo largo del Antiguo Testamento, «rescatar» a menudo tiene el sentido de «recomprar».

En el Nuevo Testamento, Jesús dice que ha venido a dar su vida«en rescate por muchos». Pablo dice que Jesús «se dio a sí mismo en rescate por todos» (1 Timoteo 2:5-6, RVR1960). Pero ¿a quién pagó Dios el rescate?

Algunos han sugerido que Dios pagó a Satanás el rescate, pero eso no es apoyado por la Biblia.En cambio, debemos pensar que Dios satisfizo las demandas de Su propia justicia para ser nuestro redentor; Él nos volvió a comprar para que pudiéramos ser libres.

Faceta 2: La muerte de Jesús como victoria sobre el mal

Verso clave : «De esa manera, desarmó a l os gobernantes y a las autoridades espirituales. Los avergonzó públicamente con su victoria sobre ellos en la cruz» (Colosenses 2:14, NTV).

La Biblia también nos dice que, por su muerte, Jesús obtuvo la victoria sobre los poderes del mal.

La primera profecía e n la Biblia presagia esta victoria. Después de que Dios creó a Adán y a Eva, fueron tentados por la serpiente que se llama Satanás (cf. Apocalipsis 12:9, RVR1960). Aunque Adán y Eva pecaron, Dios le dijo a la serpiente en Génesis 3:15 que un descendiente de Eva algún día: «Te aplastará la cabeza» (NVI). Dios prometió que derrotaría de manera decisiva al diablo a través de un ser humano.

Cristo, quien es al mismo tiempo Dios en plenitud y por completo hombre, lo llevó a cabo. Con su muerte, Jesús liberó a la humanidad del poder de Satanás. Pero Cristo también demostró su poder sobre la muerte misma.

Aunque Cristo murió en la cruz, el Padre lo resucitó, y demostró que «la muerte es devorada en victoria» (1 Corintios 15:54, NTV). Por la cruz, Cristo vence tanto al pecado como a la muerte; Él aplasta la cabeza de la serpiente. Como dice la Biblia: «¡Pero gracias a Dios! Él nos da la victoria sobre el pecado y la muerte por medio de nuestro Señor Jesucristo» (1 Corintios 15:57, NTV).

Faceta 3: La muerte de Jesús como ejemplo moral

Versículo clave: «Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo , para que sigáis sus pisadas» (1 Pedro 2:12, RVR1960).

La cruz también nos muestra cómo es Dios y cómo debemos vivir.

La Biblia dice que Jesús murió por nosotros porque nos ama (cf. Romanos 5:8, NTV). En el Evangelio de Lucas, Jesús cuenta una parábola sobre un pastor que dejó todo su rebaño para buscar y salvar a una sola oveja perdida. El pastor busca la oveja perdida hasta que la encuentra y «la pone sobre sus hombros gozoso» (Lucas 15:5, RVR1960).

Al igual que el pastor, Jesús dice que Él ha venido «a buscar y a salvar a los que están perdidos» (Lucas 19:10, NTV). La cruz nos muestra el amor de Dios.

La cruz también nos muestra qué tipo de vida debemos vivir. Al morir en la cruz, Jesús muestra que Él es obediente a la voluntad de Dios. Y Jesús nos muestra cómo debemos amar a los demás.

El amor no es meramente un sentimiento y el amor piadoso tal vez requiera sacrificio personal. Al igual que Jesús, quizá tengamos que dar de nosotros mismos, ya sea nuestro dinero, tiempo o, incluso, nuestra vida. Pero, también sabemos que Dios ve lo que hacemos, que es justo y que nos recompensará por seguir sus mandamientos (1 Pedro 1:4, NVI).

Faceta 4: La muerte de Jesús como expiación sustitutiva

Versículo clave: «Dios lo ofreció como un sacrificio de expiación que se recibe por l a fe en su sangre, para así de mostrar su justicia...» (Romanos 3:25a, NVI).

Jesús también murió como un sustituto de los pecadores. En el Antiguo Testamento, Israel sacrificaba animales para cubrir sus pecados. Una vez al año, en el Día de la Expiación, el sumo sacerdote sacrificaba un macho cabrío como ofrenda por el pecado. Esto era por «todas las iniquidad e s de los hijos de Israel, todas sus rebelión es y todos sus pecados» (Levítico 16:21, RVR1960). Esto no quitaba la culpa del pecado (cf. Hebreos 10:4), pero nos muestra que «la paga del pecado es muerte» (Romanos 6:23, RVR1960).

El pecado es una gran ofensa a la santidad y a la justicia de Dios (cf. Habacuc 1:13, RVR1960). Dios no podía simple mente perdonar el pecado porque Él es un Dios de justicia. Sería como un juez que deja libre a un asesino convicto. Un juez que ignora la ley no sería juez en absoluto.

Pero debido a que Dios nos ama, Él mismo pagó el castigo por el pecado cuando envió a Su Hijo a morir en lugar de los pecadores. De esta manera, Dios muestra que «es justo y, a la vez, el que justifica a los que tienen fe en Jesús» (Romanos 3:26, NVI). Dios es Dios de santidad y de amor; ambas características del carácter de Dios se ven en la cruz de Jesucristo.

Conclusión

Jesús murió en la cruz por muchas razones. Cada una de estas razones revela algo acerca de quién es Dios y por qué la muerte de Jesús era necesaria. Jesús murió para rescatarnos y redimirnos de la muerte. Él murió para demostrar Su poder y victoria final sobre el pecado y la muerte. La cruz nos muestra que Dios nos ama y quiere que vivamos una vida de obediencia a Dios y amor por los demás. Finalmente, la muerte de Jesús hace expiación por nuestro pecado p ara que podamos estar bien con Dios. Sin la cruz, estaríamos condenados al sufrimiento y a la muerte. Pero debido a ella, podemos vivir para siempre con Dios.